El Puerto Deportivo Pasito Blanco es ya un referente de Gran Canaria en la escala de los grandes yates en ruta al Caribe. Prueba de ello es la visita que recibimos el pasado viernes del Superyate Vive la Vie, que estuvo fondeado en nuestras aguas antes de seguir su rumbo hacia Tenerife, el pasado sábado.
Construido en 2008 por el astillero alemán Lurssen, cuenta con un diseño exterior de Yates Lurssen, gemelo de su gemelo, el yate Capri; y el trabajo interior de Interiores Line Art. Mide 59,4 metros de eslora y es estrictamente para uso privado de su único dueño.
El superyate presenta muchas peculiaridades propias, como sello de referencia de sus dueños, como la gran suite que ocupa prácticamente toda la cubierta del puente y que sirve de alojamiento a su propietario. La cubierta de popa cuenta además con un fuego ardiente de gel y una nevera. La cama grande de la suite está colocada sobre un pedestal giratorio que permite a sus ocupantes girar para mirar tanto a través de los grandes ventanales como hacia la cabaña de los niños.
El tono de color de la decoración interior está marcado por un sutil lavado de alfombras blancas cremosas, y los sofás y muebles de madera son de colormarrón caramelo. Además, el superyate cuenta con un ascensor interior, una creación forrada de piel y ubicada casi el centro del buque. Además una inmensa escultura de nueve metros con luces LED que cambian de color se sitúa tras la pared de cristal del ascensor.
Un gimnasio, un comedor con capacidad para ocho personas, otro para 12, una pista de baile, cuatro cabinas de invitados y una cabina VIP completan el lujo de este super yate que puede alcanzar una velocidad de 15,5 nudos y que mereció el galardón de Best Displacement Motor Yacht en los Premios del Mundo de Superyates de 2009.
Sin duda, todo un lujo para los sentidos y todo un orgullo para Pasito Blanco contar con esta obra maestra de la náutica en nuestras aguas.
